Epístolas Surianas


(Carta a Don Héctor)

  • Acapulco, Adela, y la promesa de Amlo…

De Julio Ayala Carlos

CIERTO ES QUE PROMETER NO EMPOBRECE, pero si el Presidente de la República le cumple a Acapulco de dotarlo de agua potable suficiente, y de resolver el problema de las aguas negras que tiene, entonces no solo habría que aplaudírselo, sino reconocérselo ampliamente, y por supuesto, a la presidente municipal que fue quien se lo propuso, con lo que se estarían resolviendo los dos principales problemas que enfrenta desde hace muchos años la llamada Perla del Pacífico, o el Paraíso de América.

Por supuesto, mucho tendría que ver el gobierno del estado, en razón de que ambos problemas requieren de millonarios proyectos de inversión, y que sin duda, también tendría que participar el municipio, como ocurre en prácticamente todas las obras de millonaria inversión pública.

Claro. Acapulco tiene otros muchos problemas, como el de la pobreza y el de la inseguridad, como ocurre en otras partes del estado y del país, que en el caso de Guerrero se han ido combatiendo de manera paulatina. Sin embargo, si se resuelve lo del problema de la escasez de agua potable y lo de las aguas residuales, entonces el Puerto tendría un mejor futuro.

Sin embargo, hay que decirlo. No siempre las promesas presidenciales se han cumplido. Y de eso, hay muchos ejemplos. Y no solo en los anteriores gobiernos. No obstante, el actual Presidente, Andrés Manuel López Obrador, tiene por delante más de cuatro años de gobierno para poder hacerlo si es que en verdad su compromiso es real con Acapulco, y en suma, con todos los guerrerenses.

Y es que Acapulco, ciertamente, no sólo es de los acapulqueños y de los que se han avecindado en el Puerto, sino también de todos los guerrerenses que además se benefician de él de una u otra forma. Acapulco es también de todos los mexicanos, y en especial de los exdefeños o chilangos que pese al abuso del que son objeto por turisteros voraces, lo prefieren por sobre todas las cosas. Acapulco es también de quienes lo han visitado, no solo ahora, sino hace muchos años o desde siempre y que lo añoran como su segunda casa, aún y cuando vengan desde el extranjero,

Por eso es que es importante el compromiso del Presidente en respuesta a la petición de la alcaldesa Román Ocampo hace ya algunos meses; y es que Acapulco no sólo es un puerto más, sino referencia de México para el mundo como destino turístico, que si bien actualmente no tiene el brillo que antes tuvo, puede levantarse y ocupar el lugar que ocupó en sus inicios.

En consecuencia, puede decirse que el Puerto ganó con la visita de López Obrador, que si bien sólo supervisó los trabajos de rehabilitación del Parque Papagayo, un ícono de Acapulco, el anuncio de resolver la escasez de agua y la solución a la problemática de las aguas residuales, que tanto daño le causan a la bahía, es un buen punto, siempre y cuando se concrete el compromiso.

Indudablemente, el anuncio presidencial es un punto a favor de la alcaldesa Adela Román, que fue quien le propuso a Andrés Manuel López Obrador atender dos de los grandes problemas que tiene el Puerto, lo que indica que el mandatario federal ve con buenos ojos a la edil porteña, quien dicho sea de paso, se ha dedicado a resolver los entuertos que los anteriores presidentes municipales le heredaron.

Hay que decirlo. Hay quienes ven en la inconformidad de algunos comerciantes desalojados de las playas que ocupaban de manera ilegal, una falta de capacidad de la edil para resolver los problemas del Puerto, pero al actuarse al amparo de la ley, y con el apoyo de la Guardia Nacional y de otras instancias del gobierno federal, muestra que la presidente municipal está en lo correcto, recobrando espacios públicos para el bien común.

Es indiscutible que Román Ocampo está haciendo lo que le corresponde, y también lo que otros alcaldes dejaron de hacer aún y cuando estaban obligados a hacerlo. La recuperación de espacios públicos es un ejemplo de ello, lo que sin duda genera inconformidad y enojo de algunos que se compensa con el bien común. Sin duda, la edil bien pudo llevársela de a muertito como lo hicieron sus antecesores y los que hoy protestan estarían felices. Sin embargo, le entró como ninguno otro con el consiguiente riesgo de afectar su imagen pública.

En fin. En donde algunos otros ven problemas para la alcaldesa, por la protesta de algunos comerciantes durante la gira de López Obrador por Acapulco, hay quienes ven un trabajo de la edil por devolverle las playas a todos los acapulqueños. Y ven además, un punto a favor porque el Presidente de la República le vino a dar respuesta a una petición planteada hace ya algunos meses en favor del Puerto.

Sólo falta que el Presidente cumpla. Ojalá sea así, por el bien de Acapulco y de Guerrero. Sólo el tiempo, finalmente lo dirá.

Comentarios: julio651220@hotmail.com

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