Epístolas Surianas de Julio Ayala Carlos * ¿Y los programas federales?

(Carta a Don Héctor)

  • ¿Y los programas federales?

Por Julio Ayala Carlos

AQUÍ Y ALLÁ, LAS PROTESTAS DE CAMPESINOS exigiendo la fertilizante se incrementan. Incluso han tenido que decomisarlo, como en Tecoanapa, porque las autoridades federales, representadas en Guerrero por el delegado Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros, los excluyeron del programa, por lo cual fueron denunciados penalmente, con el riesgo de ser llevados a la cárcel.

En efecto, cientos de campesinos, lo mismo de la Costa Chica que de la Costa Grande, la Sierra, la Montaña, la zona Centro y Norte, así como la Tierra Caliente, no solo se quedaron fuera del programa del fertilizante, igual que hace un año, sino que también, igual que el año pasado, protestan para exigir el insumo, llegando incluso a robarlo según el delegado federal en Guerrero.

Ciertamente las irregularidades en el programa del fertilizante no son nuevas. El año pasado, cuando el gobierno federal se hizo cargo del mismo, cientos, miles mejor dicho, fueron excluidos de las listas de beneficiarios levantadas por los llamados siervos de la nación que no son otra cosa que activistas del partido en el gobierno, razón por la cual el Presidente de la República se comprometió a librarlo de irregularidades, lo cual parece que no ha sido escuchado.

Hay que decirlo. De los diversos programas que lleva a cabo el gobierno federal en favor de los campesinos, sólo la entrega del fertilizante es algo concreto, aunque como ya hemos dicho, con deficiencias, irregularidades y signos de corrupción, igual que hace un año. Otros programas, como el de Sembrando vida, simplemente no existe en el estado a pesar de que se tiene un presupuesto destinado para ello.

Así es. A pesar de que el delegado federal en el estado ha señalado, una y otra vez que el programa de referencia ya se lleva a cabo en la entidad, en apoyo a los campesinos, no hay hasta ahora un hombre del campo en Guerrero que dé fe de ello, como algunos otros que se afirma ya están en operación, y simplemente no se le ve por ninguna parte.

La construcción de caminos rurales en el estado, como el único que se construyó en Oaxaca, simplemente no existen en Guerrero, y lo mismo puede decirse del programa de mejoramiento ganadero. De igual forma, la compra de maíz, a un mejor precio, nada más fue juna pasadita, mientras que la compra de leche, a los productores de la Tierra Caliente quedó en el olvido.

Por supuesto, no son los únicos programas que deben aplicarse en Guerrero y que simplemente nada más no llegan, o no se ven por ningún lado. Los 43 mil Créditos a la palabra que dice Pablo Amílcar Sandoval se han entregado a pequeños negocios como parte del programa federal para reactivar la economía, tampoco tienen nombre y apellido, y lo mismo puede decirse del programa de Apoyo a escuelas, cuyo dinero que según se entregaría a los comités de padres de familia, nada más no han llegado.

Hace tan solo unos días, el secretario de Educación Pública reiteró el compromiso del Presidente de la República de entregar a los comités de padres de familia de cada escuela un monto de recursos para su rehabilitación, de acuerdo a la cantidad de alumnos que tienen, y pese a que ya concluyó el ciclo escolar, y se está a la mitad del año, no hay información de que alguna escuela del estado haya recibido desde 50 mil pesos, hasta más de un millón para quienes tienen una gran cantidad de estudiantes.

Claro. Habrá quién diga que aún hay tiempo, pero mientras tanto, no hay nada concreto y en consecuencia los programas de referencia son solo dichos, a pesar de que hay autoridades federales, como el delegado en la entidad, que señalan que ya se llevan a cabo. Lo cierto es que por ahora no hay tal, a pesar de que tienen un presupuesto asignado.

En fin que el único programa que sí existe en Guerrero es el del fertilizante, aunque como ya hemos dicho, con serias deficiencias e irregularidades, como el no integrar al padrón de beneficiarios a todos los campesinos del estado. Otro de los programas, es el de la entrega de becas escolares, que tampoco llega a todos los estudiantes, así como la pensión que recibe un sector de las personas de la tercera edad y de discapacitados, razón por la cual, el resto de los que no son beneficiarios, los atiende el gobierno del estado.

Respecto a la obra pública federal en el estado, ni qué decir al respecto, dado que Guerrero no forma parte del sureste del país, como Oaxaca, Tabasco, Chiapas ni Yucatán, a pesar de que la entidad votó mayoritariamente por el entonces candidato a Presidente de la República. Hay, eso sí, promesas de inversión, aunque le quitó al estado, al igual que a Michoacán, la Zona Económica Especial que se construía en los límites de ambas entidades.

Por supuesto, la esperanza es lo que muere al último…, pues el discurso dice que primero los pobres.

Comentarios: julio651220@hotmail.com

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