- Albazo con sabor a descaro en el Congreso
Por Francisco Javier Flores V.
La adición hecha hace un par de días a la Ley de Instituciones y Procedimientos Electorales del Estado de Guerrero (LIPEEG) no sólo representa un albazo legislativo de los diputados del Congreso local, por aprobar una reforma al cuarto para las 12 para encuadrarla a los tiempos de su aplicación, sin también nos pintó de cuerpo entero la clase de personas que integran la LXII Legislatura.
Anteponer los intereses personales a los de la colectividad, como lo hicieron al agregarle al tema de la reelección -ya de por sí cuestionada- el que puedan ellos buscar su permanencia como diputados sin tener que separarse del cargo, desnuda el descaro y cinismo de los mal llamados representantes populares que votaron a favor para su conveniencia, pero suma además el ingrediente de la mezquindan.
Con la reforma aprobada, los diputados se colocan en una posición ventajosa, por encima de cualquier ciudadano honesto, comprometido y con real espíritu de servicio, que pretenda participar en la contienda electoral del 2021 para integrar la próxima Legislatura. Quizá para taparle el ojo al macho, también cedieron el privilegio de seguir en sus puestos a presidentes municipales e integrantes de los cabildos (síndicos y regidores) que pretenden buscar la reelección, gozando el privilegio de los altos sueldos, recursos materiales y demás canonjías y prerrogativas que inmerecidamente perciben.
Aquí cabría echar una mirada a la labor de los siete diputados locales por los distritos de Acapulco que llegaron al Congreso por la vía uninominal, es decir, por el voto directo de los ciudadanos, para analizar si alguno de ellos merece estar en la boleta electoral el año que viene por sus resultado en materia legislativa en beneficio de la población que representan, o por lo menos por su trabajo de gestión.
Con toda certeza, ninguno de ellos aprobaría el mínimo sondeo de opinión que se realizara al respecto, pues la pobreza de su desempeño salta a la vista. ¿De verdad se atreverán a enfrentarse al rechazo ciudadano, ahora que Andrés Manuel López Obrador no aparecerá en las boletas electorales?
De entre todos, por cierto, destaca Moisés Reyes Sandoval, cuyo único mérito para haber llegado a la diputación es llevar el segundo apellido. Sus dislates, metidas de pata, escándalos, pero lo peor, sus mentiras, como las promesas que fue a hacer a la comunidad migrante de guerrerenses en Estados Unidos hace algunos meses y no cumplió, lo ubican entre lo peorcito de lo que tiene la actual Legislatura. Hay quienes se preguntan si el Moy andaba sobrio cuando aprobó la reforma a la LIPEEG. Vale.