- Covid-19, entre la vida y la muerte
- Por Jacko Badillo
Con la declaratoria de emergencia sanitaria la tarde de este lunes 30 de marzo por parte del gobierno federal, entramos a una etapa más crítica de este fenómeno llamado COVID-19, que a nivel mundial ya es considerado una pandemia, por la cantidad de países a los que se ha extendido.
El llamado a permanecer en casa poco a poco pasará de ser una recomendación o sugerencia, a una disposición gubernamental que tendrá que acatarse, pues de seguirse agudizando la situación el gobierno se verá obligado a tomar medidas más radicales para obligar a las familias a no salir de sus hogares.
Por lo pronto, ya se decretó hasta el 30 de abril la suspensión de actividades no esenciales de los sectores público, privado y social, lo que sin duda representará un fuerte golpe a la economía de todos.
Esperemos que esta decisión venga también, ahora sí, con una serie de programas de apoyo tanto a los trabajadores, vendedores individuales como a las mismas micro, pequeñas y medianas empresas para poder hacer frente a la falta de productividad y por consiguiente nula generación de ingresos. Estamos hablando de que la economía sufrirá un estancamiento que a muchos empresarios y comerciantes podría costarles incluso la pérdida de su patrimonio.
Ese es el gran reto de nuestros gobernantes en los diferentes ámbitos, implementar acciones que ayuden a resistir la situación en estos treinta días que serán de los más amargos que tengamos memoria, pero que estoy seguro que con fe, con la ayuda de Dios y haciendo un gran esfuerzo, juntos sociedad y gobierno, podremos salir adelante.
Son tiempos de unidad, de solidaridad, de no dejarse vencer, así como también de acatar las recomendaciones sanitarias de nuestro entorno, de higiene personal y de reglas de convivencia en donde un simple saludo puede ser la diferencia entre la vida y la muerte.
Mientras tanto… ¡Jálalo que es pargo!