- 9M, rebelión histórica
Por Jacko Badillo
La conmemoración del Día Internacional de la Mujer este año nos está dejando muchas enseñanzas y desde mi punto de vista el tema de la violencia hacia las mujeres, así como su lucha por la igualdad de derechos es algo que ya no puede seguir siendo soslayado por ninguna instancia de gobierno, ni por la sociedad misma.
Más allá de pretender criminalizar la lucha por los excesos cometidos o querer ponerle etiquetas al movimiento feminista, la realidad incuestionable es que en los últimos meses se han incrementado las agresiones al sector femenil, incluso a grado de que muchas mujeres han sido asesinadas de forma brutal, como parte de esta espiral de violencia e inseguridad que nos envuelve.
Mal haría el gobierno en salir a decir que se va a castigar a quienes en las marchas convocadas este domingo causaron algunos destrozos u otros actos de vandalismo, cuando el problema de fondo no ha sido resuelto. Por eso me parece acertada la posición del presidente Andrés Manuel López Obrador de que no se va a reprimir a los manifestantes, de que no se utilizará a la fuerza pública para contener el reclamo social, postura congruente con los postulados de la Cuarta Transformación.
Para este lunes 9 de noviembre estamos viendo también una jornada histórica con el movimiento «Un día sin Nosotras», con el que las mujeres protestan por esa misma violencia que lacera tanto a ellas como al resto de la sociedad, pues lamentablemente la inseguridad, la delincuencia, es un flagelo que no respeta género ni condición social.
La pregunta es: ¿Vamos a quedarnos cruzados de brazos? En el caso de los hombres, ¿vamos a pensar o argumentar que se trata de un «tema de mujeres» y nos vamos a sentar a contemplar la rebelión? Yo creo que no. Y con ello quiero decir que no basta con solidarizarnos o mostrar simpatía. Hay que luchar desde nuestros espacios, desde el gobierno, desde las empresas, desde los hogares, desde todas las trincheras, vamos luchando por el respeto a los derechos de las mujeres, el cesa a la violencia en contra de ellas y en contra de todos. Vamos luchando por un país, por un estado y por un municipio mejores.
Mientras tanto… ¡Jálalo que es pargo!