- CENDI Guerrero, buenas cuentas
Por Francisco Javier Flores V.
Este domingo estará en Acapulco el dirigente nacional del Partido del Trabajo, Alberto Anaya Gutiérrez, encabezando un evento partidista de cara al proceso electoral que se llevará a cabo en el 2021, en donde dará la bienvenida a algunos liderazgos de izquierda que se incorporan a las filas petistas y otros que regresan al redil después de probar suerte en otros lados.
Anaya también aprovechará la visita para hacer una evaluación del avance que ha tenido en Guerrero el proyecto que junto con su esposa Guadalupe Rodríguez Martínez fundó en 1990 a través del Frente Popular «Tierra y Libertad» en Monterrey, Nuevo León: los Centros de Desarrollo Infantil (CENDI), que se han expandido por todo el territorio nacional.
A pesar del cúmulo de inconvenientes que se le han presentado, que tienen que ver no solamente con el tema económico sino con asuntos administrativos, de posesión de inmuebles y predios, legalización, regularización y otros, la dirección estatal que encabeza Francisca Alma Juárez Altamirano puede sentirse satisfecha y orgullosa de rendir buenas cuentas, pues el fin último que persigue la institución se está cumpliendo: tener a niños guerrerenses siendo beneficiados en estos centros de atención, cuidado y educación infantil.
Hasta el momento, son cuatro los planteles que operan en la entidad; a saber, Iguala, Zumpango, Chilpancingo y Acapulco, el primero y el último funcionando de manera normal en su propio edificio, mientras que los otros dos lo hacen en instalaciones rentadas, por el inconveniente de que fueron literalmente despojados y están luchando por recuperar sus espacios. No obstante, en los cuatro casos se opera con cupo lleno pues el auge que ha tenido esta modalidad de enseñanza ha permeado entre los padres de familia.
Con gestiones avanzadas para la apertura de otros CENDI en municipios importantes (por su densidad de población) como Zihuatanejo, Taxco y Coyuca de Benítez, un tema pendiente y urgente es sin duda la regularización de las condiciones laborales del personal que, en honor a la verdad, ha hecho no solamente un esfuerzo titánico, sino que podría decirse que hasta un sacrificio heróico al tener que aguantar largos periodo sin recibir sus remuneraciones salariales a las que por ley tienen derecho.
Ojalá que los buenos oficios del dirigente nacional petista, aunado a la buena voluntad y disposición que desde siempre ha mostrado el gobernador Héctor Astudillo Flores, se compaginen para ayudar a resolver de una vez por todas el tema económico que vendría a darle un impulso mayor a esta modalidad educativa que en Guerrero llegó para quedarse.