- Parque Papagayo: Diálogo y conciliación
Por Jacko Badillo
Oficialmente fue presentado el proyecto de remodelación del parque «Ignacio Manuel Altamirano», mejor conocido como parque Papagayo, quizá el más extenso espacio arbolado de recreación para uso y disfrute de los acapulqueños y de quienes nos hacen favor de visitarnos.
Ciertamente en los últimos años, este centro recreativo que legalmente opera bajo la figura de Establecimiento Público de Bienestar Social, ha venido sufriendo un marcado deterioro, sea por el paso del tiempo, por el mal uso de sus instalaciones o por el descuido o desidia de quienes han tenido la responsabilidad de dirigirlo.
El caso es que la rehabilitación del también llamado pulmón verde de Acapulco se convirtió en una necesidad que afortunadamente los tres ámbitos de gobierno han retomado y, como pocas veces se ha visto, han podido establecer la coordinación necesaria para que el proyecto camine, incluso con cierta premura.
Llama la atención que grupos de ciudadanos estén interesados en que los trabajos se desarrollen de manera correcta y sobre todo que haya transparencia en todo lo que tiene que ver con la obra, inquietud que ha sido atendida y, según parece, no hay objeción para que el arranque se dé lo antes posible.
Sin embargo algo que no se debe soslayar es el respeto a los derechos o las alternativas de solución a quienes de alguna manera han tenido en esa reserva ecológica una forma de ganarse la vida. Los buenos acuerdos y conciliación con concesionarios de espacios o vendedores que por años han ejercido su actividad, deben ser el mejor camino, para que esta remodelación no se vea empañada por algún sesgo de autoritarismo.
En tiempos en que la sociedad está más informada y se muestra muy participativa en temas que atañen a la mayoría, nada mejor que aplicar una estrategia integral que incluya el tratamiento de los daños colaterales que toda gran obra trae consigo. Hay que abonar a la buena gobernanza.
Mientras tanto… ¡Jálalo que es pargo!