¡Jálalo que es pargo! * Un peldaño más (de toga y birrete)

  • Un peldaño más (de toga y birrete)

Por Jacko Badillo

Siempre en estas modestas colaboraciones me emociono al escribir sobre diversos temas que me permiten compartirles en los medios de comunicación que amablemente hacen el favor de reproducirlas, buscando aportar algo positivo a la sociedad, contribuyendo siempre con nuestro granito de arena, como lo hacen los buenos mexicanos, guerrerenses y desde luego los acapulqueños.

Ahora imagínense si no estaré emocionado al compartirles uno de mis más grandes logros, al haber concluido de manera satisfactoria y hecho mi exposición final en el coloquio de titulación para obtener el grado de doctor en Administración Pública y Ciencia Política en mi querida Universidad Americana de Acapulco, cuyo título recibiremos -junto con mis compañeros de generación- el próximo miércoles 11 de diciembre en una gran ceremonia.

No me cansaré de agradecer a los maestros, grandes profesionales que nos compartieron sus conocimientos; me queda claro que nunca dejamos de aprender cosas nuevas en el día a día, y que si bien el doctorado es el grado máximo de estudios, siempre existen otras áreas del conocimiento, nuevas experiencias que vivir, pues la vida misma es un constante aprendizaje, pero sobre todo agradezco a mi familia, a mis padres, hermanos, esposa e hijos cuyo apoyo ha sido fundamental en cada uno de mis triunfos, que son también los triunfos de ellos.

Y miren si no me la pusieron difícil, pues en mi exposición final tuve sinodales de lujo en las personas de los doctores, Rigoberto González, catedrático de la UNAM, David Cienfuegos Salgado y Rogelio Ortega Martínez, nada menos que ex secretario de gobierno y ex gobernador de nuestro estado, los dos últimos. ¡Puro pargo pesado! Agradecido también por el gran profesionalismo de ambos, su paciencia y sobre todo su tiempo para estar en ese momento tan importante de mi vida.

Soy un convencido de que para aspirar a ocupar cargos públicos de toma de decisiones debemos contar con la preparación académica necesaria, servir al pueblo no es cosa menor; ya no es tiempo de que gente improvisada llegue a gobernarnos o sean nuestros representantes populares. Creo que debe ser requisito fundamental, establecido en las leyes, incluso, contar con los estudios necesarios y comprobados, que permitan hacer un digno papel sirviendo a nuestra sociedad.

Luego les cuento como me fue en la ceremonia a la que asistiremos, como debe de ser, con toga y birrete a recibir nuestro título de doctor (en Administración Pública y Ciencia Política, reitero, no sea que me vayan a caer a que les dé consulta médica, jaja -un chascarrillo- ).

Mientras tanto… ¡Jálalo que es pargo!

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