* San Marcos: Fuerza de un liderazgo
Por Francisco Javier Flores V.
Inmediatamente después del desfile conmemorativo al 109 Aniversario de la Revolución Mexicana -muy concurrido, por cierto, y que duró más de 4 horas bajo los candentes rayos del sol costeño- el presidente municipal de San Marcos, Tomás Hernández Palma, compartió el pan y la sal con los integrantes de su cabildo en pleno.
En un modesto negocio de pollos al carbón, los regidores y la síndica fueron convocados y asistieron de muy buen ánimo a la reunión con el primer edil, en una clara muestra de la armonía que prevalece en ese cuerpo colegiado, pero sobre todo del respeto e indiscutible liderazgo que el primer edil ha venido construyendo para bien de los sanmarqueños.
Más allá de colores partidistas o cuestiones ideológicas, enfundados más bien en la camiseta de servir sin egoísmos ni mezquindades, sino al contrario, con amor y pasión por su tierra, los integrantes del cabildo de San Marcos han puesto la muestra a muchos de la región, incluso del estado, de cómo deben funcionar para que al municipio le vaya bien, para que lleguen las cosas buenas
Y en ese empeño la fórmula ha sido sencilla: Palma ha procurado el respeto hacia todos ellos y, fundamentalmente, darles su lugar. Respeto a sus opiniones, sus planteamientos, saberlos escuchar, apoyar sus propuestas cuando son viables, además del trato amable, atento para con ellos, le han permitido conjuntar un cabildo incluso a prueba, nos atrevemos a decir, de intentos desestabilizadores muchas veces venidos del exterior
El tema del Catastro e Impuesto Predial fue el mejor ejemplo de ese liderazgo construido por Tomás Hernández, quien sin egoísmos apoyó la postura de los ediles para que no faltaran a su palabra con el pueblo. A final de cuentas, el resultado fue muy provechoso no para el Ayuntamiento, sino para la ciudadanía sanmarqueña, que es a la que se deben.
Es un hecho, las cosas buenas están llegando a San Marcos. Y con un cabildo unido y fortalecido, con integrantes comportados a la altura de la oportunidad histórica que les toca vivir, seguramente llegarán cosas mejores. Vale.