- Morena: ¿El mejor candidato?
Por Francisco Javier Flores V.
De los resultados de una encuesta dados a conocer el pasado día 12 por medios de comunicación nacional –yo los vi en SDP Noticias- la única realidad incuestionable es que si en estos momentos fueran las elecciones para gobernador de Guerrero, el partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) ganaría, otra vez, de calle.
Como instituto político, el partido creado por Andrés Manuel López Obrador aventaja en mucho en cuanto a preferencias ciudadanas a los partidos que hasta el año pasado habían mantenido hegemonía, con un 51.4 por ciento, contra un 14.8 del PRI, su más –relativamente- cercano competidor.
Sin embargo, la misma encuesta, elaborada por las empresas Opinión Pública Marketing e Imagen, Social Research Solutions y Systel Voice, ofrecen un resultado que, en números, podría ser engañoso, pero que puede ser clarificado con base en la realidad que la gran mayoría de guerrerenses conocemos. Nos dice que Félix Salgado Macedonio, con un 44.2 por ciento de las preferencias, superaría a Manuel Añorve Baños, quien obtendría un 15.9 por ciento.
De entrada, al parecer poco se ha reparado en un detalle: Ese 51.4 por ciento de preferencias que tiene Morena como partido, cae a un 44.2 tratándose del personaje, un 7.2 por ciento; en este tipo de mediciones, esos puntos suelen marcar una gran diferencia. De cierta manera, el dato contrasta con lo que ocurre en la casa de enfrente, el PRI, que de 14.8 como partido, sube a 15.9 tratándose del personaje.
La explicación, como ya se dijo, radica en lo que la gran mayoría sabemos: Si bien Salgado Macedonio pudiera ser el personaje más conocido en Guerrero del abanico que ofrece Morena como posibles candidatos a la gubernatura, es también quien cuenta con el mayor número de negativos. Dos veces senador de la república, diputado federal, alcalde de Acapulco, y dos veces candidato a gobernador, lo que le ha permitido recorrer todo el territorio guerrerense, al llamado “Toro sin Cerca” (muchos le dicen “sin Tuercas”) no se le conoce, sin embargo, algo trascendente que no sean escándalos, desplantes, bravuconadas, puntadas. Ni en Guerrero, como legislador federal, ni en Acapulco como alcalde destaca por una obra o una acción relevante.
Esa falta de seriedad, que se traduce en desconfianza de los ciudadanos responsables, pensantes, quienes no se enganchan en el populismo del que siempre ha hecho gala Félix, es la que tiene prendidos los focos de alerta entre los altos mandos morenistas, en donde se analiza el riesgo de hacer caso a la encuesta de marras, ya que esa caída en puntos podría tener un derrumbe aún más estrepitoso.
Curiosamente, en el caso del PRI ocurre lo contrario. El 14.8 que obtiene como partido, sube a 15.9 con Añorve. Quienes conocen de estos temas saben que, en política, las tendencias son prácticamente irreversibles; es decir, lo que tiende a subir, sube y sube, y lo que va hacia abajo, baja, con riesgo, incluso, de irse en picada. Vale.