• Adela Román: Al más alto nivel
Por Francisco Javier Flores V.
Ante la problemática que aqueja a Acapulco en diversos rubros, más señaladamente el de la falta de agua en los hogares, parece que la presidenta municipal Adela Román Ocampo ha decidido tomar al toro por los cuernos.
Consciente de que es muy poco lo que puede hacerse desde lo local, decidió recurrir a la esfera federal de gobierno pues se trata de un asunto para el que las alternativas de solución deben buscarse al más alto nivel; el del agua no es un tema que deba seguir tratándose con aspirinas, sino aplicar cirugía mayor.
Así se entiende la reciente reunión que tuvo con el director general de la Comisión Federal de Electricidad, Manuel Bartlett Díaz, con quien acordó buscar, junto a otras áreas de gobierno, una solución a fondo y de manera definitiva el caso CAPAMA, concretamente el tema de los adeudos y la falta de infraestructura para su operatividad.
Para concretar dicho encuentro, fue fundamental la reunión previa que sostuvo con César Yáñez Centeno, coordinador general de Política y Gobierno de la Presidencia de la República, quien tiene a cargo atender las relaciones con los sectores públicos; procura la comunicación con dependencias y áreas de la administración pública, así como la atención ciudadana.
Sin embargo, llama la atención el hecho de que la abogada y magistrada con licencia no solamente hace lo necesario en cuanto al ámbito del gobierno que le toca hoy presidir. No ha pasado desapercibido el liderazgo que ha asumido con decisión como coordinadora de los alcaldes de Morena en Guerrero, con quienes se reunió recientemente en Tierra Colorada –cabecera municipal de Juan R. Escudero-, pasando de las palabras a la acción.
Así, junto a una comisión de ediles ya estuvo con el presidente de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, Alfonso Ramírez Cuéllar, para atender las necesidades prioritarias de cada uno de los municipios e irles buscando, también, alternativas reales de solución.
De esta manera, cumpliendo con la responsabilidad de gobernar el municipio más importante de Guerrero, la alcaldesa de Acapulco va tejiendo a la vez alianzas en la ruta de ir escalando en la esfera política, tratando de convertirse en ese referente de unidad que tanta falta le hace a Morena en estos momentos. Y lo está logrando. A nadie debe extrañar que en los próximos días se reúna con los diputados integrantes de la bancada de su partido en el Congreso local, e incluso con los diputados federales, con el objeto de plantear la necesidad de orientar mayores recursos no solamente para Acapulco, sino para todos los municipios de Guerrero, con un llamado, también, a la unificación de esfuerzos, que es lo que necesita el estado.
De hecho, lo que la presidenta busca, desde su trinchera, es contribuir a esa Cuarta Transformación que ha planteado el presidente Andrés Manuel López Obrador, y que no es más que la búsqueda de mejores condiciones de vida para los mexicanos.
Por cierto, en esas gestiones, ha sido visible el acompañamiento de algunos personajes que justamente han venido planteando la unidad en Morena, entre ellos el subsecretario de Desarrollo Social del gobierno municipal, Silvestre Arizmendi Torres y el director de Servicios Públicos, Juan Carlos Manrique García, a quienes se les vio acompañándola en su reciente periplo por la ciudad de México.
En el fondo, eso es lo que requiere Morena para consolidarse como opción política, trabajo que dé resultados, más que pugnas internas entre hermanos de partido. Vale.